La tragedia de Young: desafío a la razón

Hoy salió a la calle un nuevo diario. Se llama La Diaria y lo dirige Marcelo Pereyra, ex Brecha y agencia IPS. Es una quijotada como lo fue en su momento Cinco Días. Hoy recibí el diario en mi casa. No voy a abrir opinión sobre el mismo. Sé lo que es un primer número, pero sí quiero compartir una nota de opinión de Marcelo que me parece que es valiosa y valiente al referirse sobre el accidente con la locomotora en la ciudad de Young. Entre tanta lágrima derramada siempre es bueno escuchar una voz racional y esto es lo que escribió Marcelo.
Lo que ocurrió el viernes 17 en Young fue una tragedia, pero no basta con hablar de un accidente, como si las ocho muertes se hubieran debido a una fatalidad imprevisible.
Tampoco se da cuenta por completo de lo ocurrido cuando se dice que las víctimas fueron “mártires de la solidaridad”, como si hubieran perdido la vida al arriesgarla conscientemente.
Es preciso identificar responsabilidades.
Este país está tristemente acostumbrado a que la caridad privada, mediante teletones, venta de hamburguesas y redondeos en las cajas de supermercado, trate de paliar carencias de los servicios públicos, a menudo con réditos para los organizadores. Por otra parte, las producciones audiovisuales se realizan sin un marco legal específico y adecuado. Pero aun en estas circunstancias, alguien tenía que crear condiciones para que la participación en un programa de televisión no pusiera en peligro la vida de nadie.
Quienes debieron brindar esas garantías fallaron, y el resultado fue terrible. Pasar por alto este dato es una falta de respeto a los fallecidos y un acto de complicidad con la negligencia, que mañana nos puede costar más llantos.