viernes, enero 20, 2006

Kirchner, Vázquez y la xenofobia


El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, anunció en una reunión con un grupo de periodistas de su país que es intención de su gobierno bajarle los decibles al diferendo con Uruguay por la construcción de las plantas de celulosa sobre el Río Uruguay. Al ser preguntado sobre el tema que ha sido la vedete informativa del verano, dijo que “es un tema ambiental”, tratando así de darle un cariz técnico al diferendo y despojándolo del contenido politico. También se mostró conciliador y displicente con la eventualidad de que Uruguay pacte un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. “Si quiere (Uruguay) un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos que lo haga. No podemos ser gendarmes. Hay que ser flexibles y entender la situación de cada uno”, expresó Kirchner, al tiempo que dijo ser “muy respetuoso de las identidades nacionales”
Simultáneamente, el presidente de los argentinos deslizó otra preocupación, y es la que tiene que ver con el impulso a expectativas “xenófobas, nacionalistas”, al señalar que en el diferendo de las papeleras “no hay que alentar ese camino” y puso como ejemplo “lo que ocurre en Europa, con la práctica de integración que ellos tienen”.
En un mismo sentido se expresó el canciller uruguayo Reinaldo Gargano, cuando el jueves, en una entrevista publicada en el diario argentino Clarín señaló al periodista Claudio Savoia que el peligro de un fracaso en las negociaciones entre ambos países por el tema de las plantas de fabricación de celulosa puede hacer renacer nacionalismos perimidos.
“Hay que evitar que renazcan nacionalismos perimidos, que en general son de ultraderecha y buscan entorpecer el proceso de integración regional”.
Ahora, ¿tienen las dos expresiones de preocupación, la del presidente argentino y la del canciller uruguayo, un mismo objetivo y destinatario?. La respuesta es negativa.
Mientras el presidente argentino sin duda se refiere a su colega de Uruguay, Tabaré Vázquez, las de Gargano tienen como objetivo las reiteradas una y otra vez declaraciones altisonantes del polémico gobernador de Entre Ríos Jorge Busti.
Kirchner, que un día antes respaldó el accionar de Busti, pareció responderle a Vázquez que había dicho en 1410 AM LIBRE que “a este gobierno y a este pueblo no lo van a patotear ni Greenpeace ni nadie”, luego de advertir que “no vamos a tolerar que nadie de afuera nos venga a marcar la cancha”.
Es así que, lejos de querer bajarle la temperatura al diferendo con Uruguay, Kirchner sutilmente la eleva y ataca a Tabaré Vázquez por un lado inesperado: la xenofobia y el nacionalismo; mientras, se mostró despreocupado por un eventual acuerdo de libre comercio de Uruguay con EEUU.

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