miércoles, julio 20, 2005

Bush deberá echar a su principal estratega por el caso de Judith Miller

El presidente estadounidense, George W. Bush, admitió ayer que despedirá del gobierno a quien resulte culpable de haber filtrado a la prensa la identidad de una agente de la CIA en 2003, un hecho considerado delito en ese país. Los informes de prensa indican que su principal estratega político, Karl Rove, pudo haber revelado la identidad de la agente de inteligencia. Esta es la fuente que intenta ocultar Miller y por esllo está presa. Esta nota fue publicada por el diario argentino Ámbito Financiero.
Frente a los informes de prensa un incómodo Bush dijo: «Si alguien cometió un delito, no trabajará más en mi administración».
Un fiscal federal estuvo investigando si se cometió un delito cuando funcionarios del gobierno dijeron a periodistas en julio de 2003 que la esposa de un diplomático crítico con la guerra en Irak trabajaba en la CIA.
Bush pareció moderar su postura sobre el asunto ya que en octubre de 2003 se había referido a la fuga informativa como «un acto criminal».
• Reclamo
El presidente se negó a decir si estaba disgustado con Rove, el gran arquitecto de sus triunfos electorales, después de que el periodista de la revista «Time» Matt Cooper dijera que el asesor le contó que la esposa del ex embajador Joseph Wilson, Valerie Plame, trabajaba para la CIA.
«Se está realizando una importante investigación», destacó Bush durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro indio, Manmohan Singh, de visita oficial en Washington.
«La prensa habla mucho sobre ello, pero creo que sería mejor esperar al final de la investigación antes de sacar conclusiones. Y eso es lo que también voy a hacer yo», afirmó.
«Quiero conocer todos los hechos y no los conozco todos», agregó, indicando que esperaba que la investigación «concluya tan rápido como sea posible».
Por su parte, la oposición demócrata reclamó otra vez la dimisión de Rove por su papel en el caso. Los medios estadounidenses y los demócratas afirman que el nombre de la agente, Valerie Plame, fue divulgado en represalia contra su marido, quien acusó a la Casa Blanca de haber manipulado la información sobre armas de destrucción masiva supuestamente en poder de Irak para justificar la guerra.
El abogado de Rove, Robert Luskin, declaróa la revista «Newsweek» que su cliente « jamás reveló a sabiendas información clasificada» y que «no le dijo a ningún reportero que Valerie Plame trabajaba para la CIA».

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